Con este primer post sobre compensación empezamos una serie de artículos en la que iremos desgranando este concepto, sin duda uno de los más importantes al practicar apnea.
¿A qué le llamamos compensar los oídos?
Compensar los oídos es equilibrar la presión dentro del espacio aéreo que hay en nuestros oídos con la presión que hay alrededor. En la superficie no hay nada que equilibrar, a no ser que cambiemos mucho de altitud, como cuando vamos a la montaña, donde en ciertas ocasiones sentimos una ligera molestia que hace necesario equilibrar ese pequeño cambio de presión. Esto es lo que sucede también cuando estamos dentro de los aviones.
Pero, ¿por qué pasa eso? ¿por qué un cambio de presión hace que sintamos esa necesidad? Aquí entra en juego lo que solemos llamar la física del buceo, a la que tanta importancia damos trabajando como instructores de apnea en El Hierro. Es uno de los primeros conceptos que se estudian en el mundo del buceo. En este artículo no vamos a entrar en profundidad con la física, solo diremos que cuando hay un aumento de presión externa (ya sea bajando de la montaña, descendiendo en el avión o aumentando la profundidad al bucear), se produce una disminución en el volumen de cualquier espacio de aire. Esto, en nuestros oídos, provoca que el tímpano se vaya combando a medida que el espacio disminuye de volumen, haciendo necesario equilibrar las presiones para que el tímpano permanezca en su posición habitual, evitando lesiones por presión, también llamadas barotraumas.
¿Qué hago para compensar los oídos y evitar dañar el tímpano?
Las maniobras de compensación se basan en abrir nuestras trompas de Eustaquio, para permitir que entre aire en el oído medio, devolviendo así al tímpano a su posición habitual. Dentro de la maniobras encontramos movimientos tan orgánicos como bostezar, tragar saliva, mover la mandíbula o girar la cabeza hacia los lados. Esto suele ser suficiente en la montaña o en los aviones. Sin embargo, a la hora de practicar apnea en el agua, por lo general necesitamos utilizar maniobras de presurización.
Maniobras de presurización más conocidas
Valsalva
Esta maniobra no es la indicada para practicar apnea. Consiste en cerrar los orificios de salida de aire (cerrando la boca y pinzando la nariz). Cuando exhalamos contra las fosas nasales, contrayendo los músculos abdominales y empujando el aire desde los pulmones hacia la cavidad nasal, logramos compensar los oídos.
Frenzel
Igual que en la maniobra de Valsalva, cuando utilizamos Frenzel también cerramos los orificios de salida de aire cerrando la boca y pinzando la nariz. La diferencia radica en que en este caso contraemos la lengua y la garganta para empujar el aire que está en la boca a la cavidad nasal y de esa manera compensar el oído medio. Frenzel es la maniobra adecuada para practicar apnea.
PROBLEMAS ASOCIADOS A LA MANIOBRA VALSALVA
Al usar los músculos respiratorios (abdominales, intercostales, diafragma) para empujar el aire desde los pulmones hacia la cavidad nasal, perdemos la relajación. Esto inevitablemente provocará que nuestra inmersión sea más corta y menos placentera. Además, y volviendo de nuevo a la física, al bucear y ganar profundidad, los pulmones disminuyen su volumen, por lo que se hace muy complicado usar la maniobra de Valsalva a partir de los 10-15 metros.
BENEFICIOS DE FRENZEL
Es una manera mucho más eficaz y suave de compensación. Varios factores hacen que con Frenzel seamos capaces de llegar a los -40m e incluso más profundo.
Por un lado, el simple hecho de usar únicamente la lengua y los músculos de la garganta, mucho más pequeños que los músculos respiratorios, nos ahorrarán energía y facilitarán nuestra relajación.
Por otro lado, el recorrido que realiza el aire cuando hacemos Frenzel (desde la boca hacia los oídos) frente al recorrido que realiza cuando hacemos Valsalva (desde los pulmones hasta los oídos) lo hace mucho más sencillo físicamente hablando.
En el siguiente artículo sobre compensación hablaremos de anatomía, para comprender qué sucede exactamente cuando realizamos cada una de la maniobras, y entraremos a explicar en cómo ejecutar la maniobra de Frenzel adecuadamente a medida que aumentamos la profundidad de nuestras inmersiones.